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Por Freddy W. Cervantes, siervo de Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
“No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.” (Ex. 20:7).
Introducción
En lo que va de la historia humana varias han sido las barbaries cometidas en nombre de Dios. Si nos remontamos al pasado, a la Edad Media para ser mas exacto, presenciaremos un cuadro bastante patético ya que en aquel entonces había demasiada ignorancia tocante a la verdades divinas (de ahí que aquella época también se la conozca como la época del obscurantismo), se dice que muchos no sabían leer ni escribir, algunos no tenían acceso a las Escrituras, fue una época donde la gente fue estupidizada de la peor forma, situación que por supuesto, supo ser muy bien aprovechada por la Iglesia Romana.
Para ese entonces el papa, necesitaba recaudar fondos para la construcción de la iglesia de San Pedro en Roma. Así que envió a un monje libertino, sin principios morales llamado Juan Tetzel hacia Alemania para que vendiese indulgencias <<Perdones de pecados a cambio de dinero>>. Tetzel, portando un documento avalado por el papa decía a las masas ignorantes que las indulgencias eran el regalo más precioso de Dios al hombre y a la vez que el papa tenía el poder para perdonar en cierta forma parte de la sentencia temporal en el purgatorio por los pecados en vida cometidos. Esto por una parte, por otra, fue tanta la ambición de Tetzel por vender, que hasta llegó a proclamar que si las gentes pagaban dinero suficiente, podían comprar documentos que les garantizaban el perdón de cualquier tipo de pecado que quisieran cometer, y que de todas formas les sería perdonado y que no habría necesidad de arrepentirse.
Para infundir miedo a sus oyentes Tetzel llevaba consigo una pintura del diablo atormentando almas en el purgatorio. Por esto, repetía con frecuencia las palabras escritas en la caja de recaudación que portaba:
“Tan pronto como su dinero suena en el fondo de la caja, el alma atormentada en el purgatorio, vuela” o “Tan pronto como su dinero canta, el alma del purgatorio, salta”.
De esta manera fraudulenta muchos fueron despojados de sus pertenencias, ricos y pobres daban todo lo que tenían para sacar a sus familiares del purgatorio y trasladarlos al cielo o para comprar el perdón de sus propios pecados.
En honor a la verdad la venta de indulgencias fue un robo descarado que durante la Edad Media se cometió en nombre de Dios. Y este ha sido el modus operandis en que se ha conducido la Iglesia Católica Romana, desde entonces, hasta nuestros días convirtiéndose en una de las más grandes potencias religiosas económicamente hablando.
Así como fue en aquellos días, asimismo sucede hoy. Dentro del ámbito “cristiano”, existe un medio de enriquecimiento ilícito llamado por sus mismos promotores “Telemaratónicas”, las mismas que se transmiten a diversas partes del mundo a través de la cadena internacional de televisión pseudo cristiana cuyo nombre público es Enlace con sede principal en (San José), Costa Rica. Siguiendo los pasos de Tetzel las telemaratónicas son animadas por personas que astutamente han reemplazado la palabra indulgencia por pacto a fin de explotar al público televidente con palabras fingidas (2 P. 2:3). Lo grave de todo es que al robarles, profanan deliberadamente el nombre de Dios, dando a entender con ello que el ladrón es Él, como lo veremos más adelante. Por ahora pasemos a considerar lo suiguiente:
I. El nombre sagrado. v. 7[a] “…el nombre de Jehová… Dios...”
Jehová fue el nombre con que el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, se manifestó a Moisés y a los israelitas (Ex. 3:13-15). Ahora bien, el nombre de Jehová no es un nombre cualquiera este nombre es un nombre sagrado que no debe ser tomado a la ligera y por tanto, debe ser tenido en alta estima y reverencia (Mal. 1:14).
A manera de dato histórico se cuenta que Yahveh era el nombre original de Dios y este nombre era tan sagrado para los israelitas que con el tiempo decidieron no pronunciarlo debido a la santidad del mismo, y al leer las Escrituras generalmente era remplazado con el sustantivo Adonai, que significa Señor. Con el pasar del tiempo las vocales Adonai (a/e-o-a), se combinaron con las consonantes YHVH para recordarle al lector de la sinagoga el nombre que se debía pronunciar. De ahí resulta la palabra latinizada Jehovah, de donde viene Jehová. En fin todo esto resalta la debida reverencia con la que se estimaba en ese tiempo aquel nombre sagrado. Empero a medida que el tiempo transcurre, los hombres se caracterizan por ser cada vez más desvergonzadamente profanos. Una de esas profanidades podemos notarla claramente en la ligereza con que se toma el nombre de Dios para cometer los abusos más execrables.
I I. El nombre profanado. v. 7 “No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.”
El tercer mandamiento prohíbe la profanación del nombre de Dios.
I
El tercer mandamiento prohíbe la profanación del nombre de Dios.
Profanar (heb. «halal», gr. «koinoõ»). Según el Diccionario Bíblico:
“Estos términos significan primariamente «hacer común». Otro término gr. también traducido «profanar» es «bebeloõ», que primariamente es «atravesar el umbral». Estos términos se aplican al hecho de traspasar algo sagrado a un uso común…”
Dicho de otro modo, profanar lleva consigo la idea de tratar algo sagrado sin el debido respeto que se merece. Desacralizar o manchar el carácter sagrado de algo o peor aún aplicarlo a usos profanos. De ahí que antiguamente los estatutos, el altar, el día de reposo, el santuario y aún el nombre de Dios era profanado (Sal. 89:31; Neh. 13:17; Mal. 2:11; Lv. 19:8,12). Este último en la actualidad y sin la más mínima consideración, está siendo objeto de profanaciones innúmeras, algunos lo usan de manera frívola y bromista, otros para justificar el pecado, jurar falsamente, blasfemar, y hasta para fines lucrativos que es justamente el tema que nos ocupa en esta ocasión.
1. Enlace y las telemaratónicas que realiza seguidamente.
Alguna vez nos hemos preguntado ¿Qué es Enlace?, ¿Qué hay detrás de las telemaratónicas que realiza consecutivamente?, En principio diré que Enlace dice ser una fundación sin fines de lucro que procura comunicar las buenas nuevas de Jesucristo a todo el mundo. Es aquí donde las telemaratónicas juegan un papel importantísimo, ya que mediante ellas se invita a la tele audiencia para que mediante un “Pacto con Dios”, contribuya con el sostenimiento de dicho canal.
¡Qué paradoja más grande!
Luego de un plan astutamente elaborado (pues ningún ladrón roba a nadie sin antes planificar meticulosamente el robo), la cuestión de las telemaratónicas comienza así. Con atractivos lemas tales como: “Con tremendas cosas te responderé”, “Algo grande vendrá”, “Cielos abiertos”, “Bendiciendo te bendeciré”,“Si crees veras”, y demás cebos o mas bien estratagemas de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error (Ef. 4:14), captan fácilmente la atención (Pr. 14:15a), de aquel que está detrás de la pantalla del televisor quien para colmo en ese momento tiene diversas necesidades que requieren ser suplidas lo antes posible.
Como parte del plan, ofrecen todo un espectáculo con bailarinas, y hasta con artistas de todo género musical, como son, reggetoneros con facha de pandilleros avezados, salseros tipo Willie Colón, bachateros, entre otros más, los mismos que cantan en base al lema de la telemaratónica suscitada y no a lo señalado en la Biblia (Col. 3:16),preparando disque el ambiente espiritual…. pero veamos si es así. Acto seguido la juerga se detiene para dar paso a una bandada de hampones distintos a los que usualmente conocemos.
Por ejemplo el ladrón común cubre su rostro para no ser identificado. Estos andan a cara descubierta de lo más campantes. El ladrón común con arma en mano amedrenta a su víctima y le dice manos arriba esto es un asalto. Estos con Biblia en mano e invocando el nombre de Dios embaucan a la gente y le dicen:
¿Tienes problemas?, ¿Estás pasando momentos difíciles?, ¿Tu hijo está en la droga?, ¿Las deudas te están volviendo loco?, ¿Tu matrimonio está destruido?, ¿No sabes que hacer, ni a quién acudir? Este el día que Dios ha hecho para ti, ¡Pronto! Llama a los teléfonos que aparecen en tu pantalla, te quiero ver en este altar aquí y ahora, si no tienes la semilla no importa, levántate, muévete en fe, créele a Dios y pacta con Dios, (es decir: trae tu dinero, tus tarjetas de crédito, tus joyas, tus prendas de valor, tus propiedades, en fin trae todo lo que tengas, dáselo a Dios y quédate sin nada), pacta por la salvación de ese familiar perdido, pacta por la restauración de ese matrimonio destruido …pacta, pacta, pacta, y mas pacta… activa mediante el pacto lo sobrenatural de Dios, (Como si Dios estuviese desactivado) rápido tu que nos ves allá en Venezuela, Colombia, Panamá, etc., toma el teléfono y llámanos ahora mismo, no dejes pasar este momento aunque suene ocupado, no te des por vencido ¡Sigue insistiendo! Hasta que tu nombre este entre estas boletas... Quedan 10 minutos para que este ladrón asalte a diestra y siniestra,(perdón), para que este hombre de Dios ponga sus manos sobre estas boletas…. Hay una unción financiera desatándose aquí en este lugar, y en cualquier parte donde nos están viendo, se partícipe de este momento… (Y así el cuento que, ni ellos mismos se lo creen, continúa imparable).
Para no levantar sospecha del telerobo añaden:
Es cierto que no puedes comprarle a Dios un milagro pero si puedes honrarlo con tu dinero”.
“Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer....” (Jn. 8:44).
Cualquiera que tenga un poco de conocimiento bíblico acerca de las obras del diablo sabe muy bien que a más de enfermar, afligir, tentar, etc., el diablo hurta o roba lo que no le pertenece (Mt. 13:19; Jn. 10:10). De manera entonces, que cuando en las telemaratónicas de Enlace se condiciona el favor de Dios por medio de un pacto económico con Él (aunque sus patrocinadores digan lo contrario), está simplemente haciendo la obra del diablo el padre de todos los ladrones habidos y por haber.
Aquí pudiéramos usar el dicho popular: “De tal palo, tal astilla”, o también “Cual el padre, tal el hijo”.
Un verdadero hijo de Dios se caracteriza por ser siempre generoso, no busca su propio beneficio, antes bien da de lo que tiene sin esperar recibir algo a cambio (Hch. 20:35; Flp. 2:4). Los hijos del diablo en cambio roban al público televidente hasta el último céntimo valiéndose de métodos fraudulentos y engañosos, como son las telemaratónicas de Enlace, para llenarse los bolsillos (2Co. 11:13: 2P. 2:3). El dolor ajeno poco importa para estos profesionales de la estafa, su único interés está en la billetera de la víctima que agobiada por las deudas y demás problemas que atraviesa no tiene más opción que dar todas ¿Leyó bien? todas sus pertenecías siendo de este modo asaltada fácilmente en la sala de su casa y todo ello en nombre de Dios, lo cual constituye desde ya una manifiesta profanación de su sagrado nombre. Paso ahora a explicar por qué:
Si tenemos claro que el ladrón es el diablo y los que a sabiendas hacen sus obras lo son también, concluiremos qué cuando alguno de estos ladrones con nombre de predicador, apóstol, ungido o profeta enseña que Dios no hará nada por nadie sino no hay dinero de por medio; aquel acto delincuencial da a los incrédulos la impresión de que el ladrón aquí es Dios y no el diablo. ¡Noten como se invierten los papeles!
El diablo, como enemigo de Dios sabe que no es contrincante que pueda hacerle frente sin embargo busca desacreditarlo a como dé lugar y que mejor manera para hacerlo que profanando (hacer vil), su sagrado nombre a través de las telemaratónicas de Enlace, (Satanás tiene servidores que saben cómo hacer el trabajo sucio).Y aquí podríamos decir, con toda seguridad, que abundantes son los testimonios de personas que sintiéndose estafadas hoy blasfeman contra Dios porque nunca recibieron aquello por lo cual pactaron, y que en las telemaratónicas sus animadores nombrando a Dios les prometieron que recibirían. Por esto dice la Escritura:
“Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.” (Ro. 2:24).
Frente a todo el vituperio que esta situación está acarreando para Dios; Pregunto ¿Creen Uds. Que Él va a quedarse de brazos cruzados viendo cómo su nombre es profanado? ¿Será posible que Dios siga tolerando por más tiempo esta situación? La respuesta es la siguiente: ¡EN NINGUNA MANERA! Es la reputación de Dios la que está por los suelos.
“…he tenido dolor al ver mi santo nombre profanado por la casa de Israel entre las naciones adonde fueron. Por tanto, di a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: No lo hago por vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanasteis vosotros entre las naciones adonde habéis llegado. Y santificaré mi grande nombre, profanado entre las naciones, el cual profanasteis vosotros en medio de ellas” (Ez. 36:21-23).
En la actualidad Enlace cuenta con más de 5000 puntos de transmisión, con oficinas de trabajo en 23 países, y un alcance de señal con una cobertura que supera los 120 países en las bandas convencionales de televisión vía satélite y a nivel mundial cubre el planeta con una señal en vivo por Internet en formato Windows Media. (Información tomada de la Pág. Web http://www.enlace.org/quienes-somos/).
En pocas palabras la señal de Enlace está alcanzando prácticamente al mundo entero, millones de familias se sientan a ver frente a la pantalla del televisor como en las telemaratónicas se presenta a un dios ratero, y aprovechado que necesita dinero para que pueda hacer algo por ellas de lo contrario ni siquiera se molesten en pedirle nada porque nada conseguirán de Él. Estamos hablando ya aquí de una profanación a escala mundial, lo cual hace necesaria la inmediata intervención divina. Es algo terrible confundir la obra de los hombres con la de Dios, y en virtud de que Enlace no reconoce que está robándole al pueblo con el fraude de la telemaratónicas Dios tendrá que vindicarse a sí mismo separándose de Ca$h Luna, Rony Chaves, Guillermo Maldonado, Ana Méndez, Jonás González y demás ladrones que han hecho del nombre de Dios un negocio lucrativo $$$$$$$$$$ porque la cantidad de dinero que recolectan en cada telemaratónica es algo realmente impresionante.
III. El castigo propinado. v. 7 “… porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.”
Si en el ámbito jurídico un delito cualquiera es penado por
las leyes terrenales, con un castigo justo ¿Cuánto más lo
será el robo en nombre de Dios por las leyes divinas?
1. El veredicto del tribunal divino.
El propósito de la ley no es solo dar a conocer al culpable sino también castigar al culpable. Ahora bien ¿Qué castigo merecen recibir estos delincuentes profanos?
Primeramente no se sabe con exactitud qué tipo de castigo recibirán en vida estos individuos ya que la Biblia no dice nada al respecto, aunque eso no quiere decir que sus delitos quedarán en la impunidad (sin castigo), pues podemos estar seguros que serán castigados de una u otra forma.
En segundo lugar, la Biblia, hablando en cuanto al destino final y eterno de estos mismos individuos, si nos dice el lugar, la manera, y el tiempo en que serán castigados: a) El lugar - El lago que arde con fuego y azufre, la segunda muerte, exclusión total de la presencia del Señor y de la gloria de su poder (Ap. 20:15). b) La forma - En el día del juicio final no todos recibirán el mismo tipo de castigo. Habrá grados de recompensa en cielo (1 Co. 3:12-15), lo mismo que habrá grados de castigo en el infierno (Mt. 11:22). Con fuego (Ap. 21:8), con gusanos (Mr. 9:44), con tormentos continuos y sin consuelo (Ap. 14:11), algunos serán atormentados.
c) El tiempo – Sus sufrimientos no tendrán fin, continuarán por siempre y para siempre (2 Ts. 1:9; Ap. 14:11).
Aunque demorada, la retribución vendrá finalmente.
Conclusión:
El trabajo honesto es el mejor remedio para el que roba (Efe. 4:28). Y el conocimiento bíblico la mejor defensa para no ser más estafado.
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