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Una trampa siempre está
bien disimulada. En la superficie parece inocente, pero si la pisas, caerás en
un profundo hoyo.
Satanás es un experto en construir trampas. Sus
trampas bien disimuladas se ven bastante inocentes, pero son mortales. Algunas
de estas trampas pueden impedir que jamás tengas un matrimonio hermoso y un
hogar feliz. Consideremos diez de ellas.
¡La filosofía que dice: "Vive para el momento" está en todas partes! Somos bombardeados con la idea: "Se vive una sola vez. ¡Disfruta la vida!"
Esta manera de pensar es tan vieja como la vida. En la
antigüedad se decía: "Come y bebe, porque mañana morirás". Pero hay un problema con esta filosofía—casi nunca morimos mañana. Más bien, tenemos que vivir con las consecuencias de nuestros errores. Algunos pecados tienen consecuencias que duran toda la vida, y además nos enfrentaremos al juicio en la siguiente vida.
Satanás siempre ha intentado promover la idea de vivir el momento porque esto
hace que las personas hagan cosas que nunca harían si consideraran el futuro.
Una jovencita de diecinueve años con dos hijos ilegítimos dijo: "Cuando tú
eres joven, sólo piensas en el fin de semana".
Pero la vida no es sólo un fin de semana. Es el resto de tu vida aquí, y una
eternidad en el más allá. Si rechazas a Cristo y terminas en el infierno, no te
quedarás sólo un fin de semana. ¡Será para siempre!
El lema: "Si te hace sentir bien, hazlo",
expresa otra filosofía que ha inundado nuestra sociedad. Todo el problema de
las drogas tiene como base la idea: "Haz lo que te hace sentir bien ahora.
No te preocupes por lo que pase después".
Algunas personas que deberían ser más sabias
piensan que casi cualquier cosa es buena si les hace sentir bien.
Incluso hay canciones que dicen: "Si te
hace sentir
bien, no puede ser malo".
¡No seas tan ingenuo que creas esto! El simple hecho de que algo te hace sentir
bien no significa que es bueno. Podrías sentirte bien manejando un auto robado,
pero no por eso sería correcto.
Un joven, hijo de padres cristianos, acudió a
una mujer inmoral y tuvo relaciones sexuales con ella. Por esa única relación
sexual él contrajo una enfermedad venérea. Recibió toda la atención médica,
pero la enfermedad no se pudo controlar. En menos de un año estaba muerto.
Mantente puro. La inmoralidad no vale lo que
cuesta.
Los que se casan en la adolescencia están buscando
problemas. Los matrimonios entre adolescentes tienen dos veces más
probabilidades de terminar en divorcio que los de las parejas que tienen más de
veinte años cuando se casan. Las probabilidades son aun peores cuando la novia
tiene menos de 18 años.
Hay por lo menos dos desventajas en los matrimonios entre adolescentes. En
primer lugar, si intentas escoger a tu compañero matrimonial cuando aún eres
adolescente, probablemente tomarás una decisión equivocada.
En segundo lugar, la mayoría de los adolescentes no tiene la madurez para
enfrentarse al matrimonio. Se requiere mucho amor sin egoísmo para que funcione
un matrimonio, y una persona necesita madurar mucho antes de tener esa clase de
amor.
Las chicas necesitan
quitarse la idea de que la finalidad principal de la vida es el matrimonio. El
temor de perderse la última oportunidad para la "felicidad
matrimonial" hace que muchas chicas no presten atención a su propio juicio
y se lancen a matrimonios desastrosos. Tal vez ellas vean numerosas
advertencias, pero piensen: "Quizás no sea el mejor matrimonio del mundo,
¿pero qué podría ser pero que ser solterona?"
La respuesta es esta: "Un matrimonio malo es mucho peor que vivir
sola". Miles de mujeres te podrían decir que un matrimonio malo es una de
las experiencias más miserables que puede existir en esta tierra. Está lleno de
odio, rechazo, resentimiento y sentimientos heridos. Y muchas veces los niños
son las víctimas inocentes de tal matrimonio.
Casarte con alguien con la esperanza de cambiarlo sería más o menos como lanzarte de un avión sin un paracaídas. Las probabilidades de tener un aterrizaje sano y salvo son casi iguales en ambos casos.
Por peligroso que sea, muchas jovencitas están dispuestas a poner en peligro su futura felicidad al casarse con un joven con la esperanza de cambiarlo. Una muchacha quizá se diga: "Sé que mi novio
bebe mucho, y le gusta coquetear con las demás muchachas, pero creo que
cambiará después de que nos casemos".
Estos pensamientos son deseos vanos que están 100% equivocados. No cambia la
naturaleza básica de una persona al casarse. Si existen problemas antes del
matrimonio, probablemente empeorarán después.
Algunas veces se cree que probar las relaciones sexuales antes del matrimonio es una acción bastante razonable. Una persona podría pensar: "No me compraría un par de za-patos sin probármelos. Entonces, ¿por qué habría de casarme sin probar las relaciones sexuales?"
Hay varias razones por las que no es buena esta
idea de probar primero. El matrimonio no se puede comparar con comprar un par
de zapa
tos. Joven: Una mujer no es una mercancía que se "prueba", sino
una compañera que se debe amar y cuidar. Ella es preciosa y con mucho valor
ante los ojos de Dios y tú debes considerarla así también. Recuerda, estás buscando
una compañera para toda la vida, no sólo una compañera sexual.
Además, probar las relaciones sexuales antes del matrimonio NO es un ejemplo
válido de cómo serán las relaciones sexuales dentro del matrimonio. Considera
la siguiente historia:
Una maestra de veintitantos años y un plomero joven se hicieron buenos amigos.
Tenían muchas cosas en común. Entre más tiempo pasaban juntos, más seguros
estaban de que su amor era real. Pero tenían un gran problema. El plomero decía
que no podía casarse con ella si no probaban primero su ajuste sexual. Ella
simplemente no podía estar de acuerdo. Creía firmemente que las relaciones
sexuales eran sólo para el matrimonio. Probarlas antes, aun con alguien a quien
ella amaba, estaba en contra de sus creencias y sus sentimientos.
Pero él insistía. Simplemente se negaba a casarse de otra manera. Finalmente,
con gran renuencia y profundos sentimientos de culpabilidad y temor, ella
accedió a someterse a las relaciones sexuales en lugar de perder a su amado.
Cualquier consejero matrimonial podría adivinar cómo terminó ese experimento.
Su temor nervioso y su sentir de culpa la inhibió tanto que la sesión sexual
fue un rotundo fracaso. Convencido de que su vida sexual nunca funcionaría, el
plomero terminó con el noviazgo y la dejó en un estado de horror y depresión.
(2)
Vivir juntos en unión libre sin el beneficio de la ceremonia nupcial ha llegado a ser muy popular hoy en día. Generalmente a los varones les agrada eso de vivir en unión libre. ¿Y por qué no les habría de gustar? Así tienen a alguien que les lava la ropa, les cocina y les provee de relaciones sexuales cuando las desean —todo sin que ellos tengan responsabilidades. Pueden ir y venir cuando desean.
Cuando se quieren marchar definitivamente, nadie se los puede impedir.
La unión libre no es tan satisfactoria para las mujeres. La queja más común que
se escucha de las mujeres que viven en unión libre es: "Algunas veces
siento que me está utilizando". ¡Y tienen mucha razón al sentir esto!
Si tú le preguntaras a una mujer por qué está viviendo en unión libre, la
respuesta más frecuente será que tiene la esperanza de casarse. Pero esas
esperanzas suelen ser rotas. Los hombres generalmente razonan: "¿Por qué
habría de casarme con ella cuando tengo todos los beneficios del matrimonio en
unión libre y sin responsabilidades? Además, algún día quizás quiera
cambiarla—y así será más fácil".
¡Eso es un egoísmo total! Aun si la mujer logra convencerlo que se casen, no
será una relación muy satisfactoria.
La idea falsa de que un matrimonio florece más cuando están en unión libre se
expresa en algunas canciones populares. En una canción, el hombre le canta a su
mujer de unión libre diciendo que no son las firmas en un viejo certificado de
matrimonio las que lo unen a ella, sino el saber que tiene libertad de irse
cuando quiere.
¡Qué ridículo! ¡Qué egoísta! La canción no menciona cómo siente su mujer al
verlo ir y venir cuando le da la gana. La canción no dice quién paga la renta
en ese hogar, ni toma en cuenta a los pequeños niños que pueden nacer en esa
relación—niños que siempre se preguntarán: "¿Dónde está papá? ¿Vendrá a
casa otra vez?"
Un matrimonio de éxito y un hogar feliz tienen como base el amor sin egoísmo y
el compromiso entre esposo y esposa. Tú nunca tendrás un hogar así si vives en
unión libre con alguien.
Muchos cristianos están atados a matrimonios infelices y miserables porque desobedecieron un mandamiento claro del Señor. En Su Palabra Dios ordena a los creyentes no casarse con incrédulos. La Biblia dice: "No os unáis en yugo desigual con los incrédulos..." 2 Corintios 6:14.
Muchos cristianos que están considerando casarse
con incrédulos generalmente sienten que de alguna manera su situación en
particular es diferente y que el mandamiento no se aplica a ellos. Pero la
Palabra de Dios dice enfáticamente que los cristianos no se deben unir con los
incrédulos.
Muchos jóvenes cristianos no comprenden por qué se les advierte que no tengan novio o novia incrédulo. La razón es ésta: El noviazgo suele conducir al compromiso y al matrimonio.
Quizás tú no te has dado cuenta, pero Satanás es
buen cupido. Le encanta echar a perder las vidas de los jóvenes cristianos al
convencerlos que se casen con las personas equivocadas. Esto lo logra al
animarlos a tener novios o
novias incrédulos.
La mayoría de los jóvenes cristianos no considera que es malo tener novio o
novia incrédulo. Pero recuerda, una trampa siempre está escondida. Uno no puede
ver el peligro antes de caer en la trampa, y para entonces ya es demasiado
tarde.
Un anciano que amaba a Dios supo que cierta muchacha cristiana tenía un novio
incrédulo, y estaba considerando casarse con él. El le preguntó a la señorita
si eso era verdad. Cuando ella confesó que sí, él le dijo: "Recuerda esto,
si te casas con ese hombre, estarás unida para toda la vida con un hijo del
diablo, y para el resto de tu vida Satanás será tu suegro".
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