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Una investigación breve de la historia de los cuatro temperamentos es todo lo que se requiere para descubrir que sus orígenes yacen en mitos antiguos y prácticas del ocultismo. Desde los tiempos antiguos hasta la edad media, los médicos y los filósofos emplearon su comprensión de los cuatro "humores" (líquidos del cuerpo humano), los cuatro temperamentos y los signos del zodíaco para tratar las enfermedades y para comprender las diferencias entre las personas.
Los cuatro elementos básicos de la cosmología griega son fundamentales para la teoría de los cuatro temperamentos de la personalidad humana. Empédocles (495-425 a .C.), un filósofo griego, enseñaba que había cuatro elementos básicos en el universo: fuego, aire, tierra y agua. Cada uno de ellos tenía cualidades específicas que medían su nivel de calor, frío, seco y húmedo. El fuego era caliente y seco; el aire era caliente y húmedo, la tierra era fría y seca y el agua era fría y húmeda.(1) Debido a la mezcla de cosmología con mitología, cada elemento también tenía su dios o diosa correspondiente. Escribiendo acerca de los cuatro elementos, Empédocles dijo:
"Por lo tanto, primero déjame informarte acerca de todo lo que hay en esas cuatro raíces: Zeus el resplandeciente; Hera, la que trae vida, Aïdoneus, y Nestis quien en sus lágrimas está derramando para el hombre una fuente de vida".(2)
Zeus es el fuego, Hera es el aire, Aïdoneus es la tierra y Nestis es el agua. Los cuatro elementos básicos y sus cualidades también formaban parte de la astrología griega primitiva.(3)
Más tarde, Hipócrates (460-336 a .C.) amplió la teoría de Empedocles acerca de cuatro elementos, y enseñaba que había cuatro líquidos (o humores) del cuerpo que corresponden a los cuatro elementos: sangre, bilis amarilla, bilis negra y flema. Según su teoría, la salud dependía del equilibrio de esos humores en el cuerpo y las enfermedades procedían de un desequilibro entre los mismos.(4) Hipócrates también enseñaba que existía una relación entre los líquidos del cuerpo y las estaciones del año, junto con variaciones de cada líquido correspondiente a las diferencias entre las estaciones. Por ejemplo, alegaba que se observaba un aumento en flema durante el invierno y que su temporada baja era el verano(5) (¿Tal vez una teoría primitiva acerca del resfriado común?).
Hipócrates creía que la gente tenía proporciones diferentes de los humores y que un humor era más o menos dominante. Así que en su esquema de las relaciones entre los elementos y sus cualidades, los líquidos (humores) y las estaciones estarían arreglados así:
Elemento Cualidades Humor Tipo Estación
Aire Caliente/Húmedo Sangre Sanguinario Primavera
Fuego Caliente/Seco Bilis Amarilla Colérico Verano
Tierra Fría/Seca Bilis Negra Melancólico Otoño
Agua Fría/Húmeda Flema Flemático Invierno
Hipócrates es a quien le acreditan generalmente la teoría humoral-temperamental de la personalidad, debido a que él conectó los tipos con los estados mentales y físicos. Por ejemplo, la sangre, siendo caliente y húmeda, daba el color rosa a la cara y proporcionaba un temperamento alegre (sanguinario). En cambio, flema, siendo frío y húmedo, producía en la piel un aspecto pálido, sin color, como agua, y un temperamento blandengue o perezoso. Pero Hipócrates se dedicó principalmente a la relación entre los humores y las enfermedades más que a la personalidad. Y aunque él desarrolló el concepto original de una correspondencia entre los líquidos del cuerpo y los cuatro elementos y veía relación entre los humores y el temperamento, él no desarrolló plenamente la teoría de los temperamentos de personalidad.
Otras personas continuaban usando esa teoría como base y edificando sobre las tesis originales de Hipócrates. Por ejemplo, Platón (427-347 a .C.), quien había estudiado bajo Sócrates, contendía que el estar fuera de sí resultaba de contacto de los humores malos con el alma mortal del hombre(6). Platón enseñaba que las cualidades de los elementos y la constitución de los humores tenía una relación directa con el comportamiento. Alegaba que:
"La verdad es que la intemperancia del amor es una enfermedad del alma que es debida principalmente a la humedad y la viscosidad que es producida en uno de los elementos por la poca consistencia de los huesos".(7)
Platón continuaba así en su diálogo erróneo, argumentando que el mal comportamiento era debido al menos en parte a la condición del cuerpo:
"Porque ningún hombre es malo voluntariamente; sino que los malos llegan a ser así debido a una disposición mala del cuerpo, y la mala educación; cosas que son desagradables pero que acontecen a cada hombre en contra de su propia voluntad".(8)
A continuación Platón explicaba cómo acontecía eso:
"Porque donde el ácido y salado flema y otros humores amargos y bilosos vagan en el cuerpo sin encontrar salida ni escape, sino que están encerrados allí y mezclan sus propios vapores con la moción del alma, y son mezclados...siendo llevados a los tres lugares del alma...ellos ocasionan una variedad infinita de mal humor, estado melancólico, imprudencia y cobardía, el ser olvidadizo y los estados de estupor".(9)
Aristóteles (384-322 a .C.), alumno de Platón, creía que la forma del cuerpo reflejaba también las actividades del alma. Él se interesaba por cómo los humores estaban involucrados en la formación del cuerpo y de la mente. Asociaba la sangre caliente y espesa con fuerza y la sangre fría y menos espesa con inteligencia.(10)
Aristóteles también escribía extensamente sobre la relación entre bilis negra y un temperamento melancólico.(11) Porque él estaba muy convencido de la teoría humoral de Hipócrates, Aristóteles concluía que los males mentales y emocionales tenían un origen físico.(12)
Claudio Galen de Pérgamo (130-200 d.C.) fue el médico que avanzó en la teoría de Hipócrates y las propagandizaba en el mundo romano. Él edificaba sobre las teorías originales de Hipócrates y escribía más plenamente sobre la relación entre los humores y los temperamentos. Buscaba explicar las diferencias de emociones y conducta entre las personas y desarrollar tratamientos adecuados para los distintos temperamentos(13). De hecho, algunas de sus descripciones de características fisiológicas y su relación con la personalidad eran bastante detalladas. Supuestamente, todo podía ser explicado mediante un equilibrio entre los humores y las cualidades de calor, frío, seco y húmedo. Por ejemplo, Galen escribió así:
"Los que son más calurosos también son más peludos e irascibles... Si sus muslos manifiestan pelo denso entonces son muy lujuriosos... Pero si alguien tiene mucho pelo sobre su pecho, no es que su cuerpo sea necesariamente más caluroso, porque la mayor parte de su calor está en su corazón y por eso él es más apasionado... Pero si su piel es sin pelo, lisa y blanca, entonces viene a ser cobarde, tímido y pasivo".(14)
Galen combinó las cualidades elementales y los humores corporales con características más específicas de la personalidad. Brevemente, su esquema parecería así:
Elemento Cualidad Humor Tipo Rasgos
Aire Caliente/Húmedo Sangre Sanguinario alegre, caluroso
Fuego Caliente/Seco Bilis Amarilla Colérico pronto para la ira
Tierra Fría/Seca Bilis Negra Melancólico melancólico, triste
Agua Fría/Húmeda Flema Flemático plácido, perezoso
La misma palabra temperamento viene de la palabra latina, temperamentum, que significa "mezcla correcta". La idea era que si los líquidos del cuerpo fueran templados, es decir, reducidos en su intensidad mediante un equilibrio entre los humores, entonces la sanidad resultaría. Porque los primeros griegos y los romanos creían que los líquidos corporales eran influídos por la presencia universal de los cuatro elementos (aire, fuego, tierra y agua), ellos también creían que el equilibrio personal podría ser alterado por los cambios atmosféricos. Aun pensaban que la posición de los planetas alteraba los líquidos en el cuerpo para bien o para mal porque creían que existía "una relación directa entre el macrocosmos del universo y el microcosmos del organismo". Además, ellos creían que "los contrarios deben ser curados por sus contrarios".(15) Esto es muy similar al concepto astrológico de las polaridades y los intentos modernos de equilibrar los rasgos negativos de la personalidad con los rasgos contrarios u opuestos.
Asociación Temprana Con La Astrología
La teoría de la personalidad asociada con los cuatro temperamentos fue enlazada íntimamente con otro sistema correspondiente de personalidad: Los signos astrológicos del zodíaco. La Enciclopedia de Psicología afirma:
"Aunque los cambios en la presentación de los astros fueron estudiados primeramente para hallar en ellos algo que afecta la vida del grupo, una racional para la relación entre tipos de personalidad y el tiempo del nacimiento comenzaba a evolucionarse bien antes del principio de la era cristiana. En el centro de la vista astrológica de la personalidad está el sistema de 12 patrones o tipos que corresponden a los 12 signos del zodíaco. Los 12 tipos pueden ser considerados a tener tres modos de expresión de cada uno de los cuatro elementos apuntados por Empédocles, como para decir que hay tres signos para aire, tres para tierra, tres para fuego y tres para agua. Esa tipología ha gozado de popularidad por más de 2.000 años".(16)
Los doce tipos de personalidad zodíacos son arreglados en cuatro grupos conteniendo tre signos en cada grupo. Esos son llamados trigones o triplícitos. Cada triplícito corresponde a uno de los cuatro elementos de Empédocles. Además, cada triplícito corresponde a uno de los cuatro humores de Hipócrates. Y cada triplícito corresponde a uno de los cuatro temperamentos. De Empédocles a Galen, cada persona que desarrollaba esas categorías creía también en las influencias de los planetas y los astros sobre los elementos, los humores y los temperamentos.
NOTAS:
1. R.W. Lundin, "Humoral Theory" (Teoría Humoral), Enclyclopedia of Psychology, Tomo II. Raymond Corsini, ed. Nueva York: John Wiley & Sons, 1984, p.167.
2. Felix M. Cleve. The Giants of Pre-Sophistic Greek Philosophy: An Attempt to Reconstruct Their Thoughts (Los Gigantes De La Filosofía Griega Pre-Sofista: Intentando Reconstruir Sus Pensamientos), Tomo II, The Hague, Países Bajos: Martinus Nijhoff, 1965, pp.342-343.
3. Louis MacNeice. Astrology (Astrología). Londres: Bloomsbury Books, 1989, p.120.
4. Lundin, op.cit., p.167
5. Edwin Burton Levine. Hippocrates. Nueva York: Twayne Publishers, Inc., 1971, p.46.
6. K. J. Shapiro, "Mental Illness: Early History." (Enfermedad Mental: Historia Antigua), Encyclopedia of Psychology, Tomo II, Raymond Corsini, ed. Nueva York: John Wiley & Sons, 1984, p.360.
7. The Dialogues of Plato (Los Diálogos de Platón), Tomo II, B. Jowett, trans. Nueva York: Random House, 1937, p.63.
8. Ibid.
9. Ibid.
10. Rudolph E. Siegel. Galen on Psychology, Psychopathology, and Function and Diseases of the Nervous System (Galen sobre la Psicología , la Psicopatología , y Función y Enfermedades del Sistema Nervioso). Nueva York: S. Karger, 1973, p.174.
11. Stanley W. Jackson. Melancholia and Depression: From Hippocratic Times To Modern Times (Melancolia y Depresión: De los Tiempos De Hippócrates a los Tiempos Modernos.). New Haven: Yale University Press, 1986, p.5.
12. Shapiro, op. cit., p.361.
13. Lundin, op. cit., p.167.
14. Siegel, op. cit., p.178.
15. Henry Sigerist. A History of Medicine (Una Historia de la Medicina ). Nueva York: Oxford University Press, 1986, p.5.
16. R. W. Coan, "Personality Types" ("Tipos de Personalidad"). Encyclopedia of Psychology, Tomo III. Raymond Corsini, ed. Nueva York: John Wiley & Sons, 1984, p.24.
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