El nuevo movimiento ha sido llamado “Hipergracia”, enseñanzas que se basan en la opinión de que Dios no castiga a nadie.
Los Estados Unidos son responsables de producir la mayor parte de la teología que se enseña y se consume en el mundo. Desde los movimientos misioneros de los siglos 19 y 20, han llevado el evangelio en todo el mundo, incluso las más recientes modas y herejías del mundo evangélico.